26 noviembre 2007

Reseña POPMADRID

texto: luismr
11/Nov/07


Dos años después de “Short Panic” (Subterfuge, 05) llega el nuevo trabajo del dúo electro-punk madrileño para el sello de Carlos Galán. Y si aquel “Short Panic” ya era bueno, este segundo esfuerzo es aún mucho mejor.

Cualquiera que hubiera visto a Humbert Humbert en directo antes de la edición de su debut para Subterfuge (os recordamos que antes que “Short Panic” existió “Roman Fire”, CD autoproducido y grabado en su estudio casero que publicó en 2002 la editorial Undercómic como acompañamiento al primer número de su revista de comics Recto), sabrá que aquel álbum, a pesar de contener buenas canciones y exhibir buenas maneras, no le hacía ni de lejos justicia al sonido que la banda escupía entonces desde los escenarios.

Y ahí es donde empiezan las mejoras. El sonsonete un tanto enclenque y desangelado que lució “Short Panic”, las bases flacas y las guitarras demasiado apagadas de entonces, la baja ganancia resultante de la -a mi juicio inadecuada- masterización de aquel álbum, se ven afortunadamente remplazas por un sonido más oscuro, viciado, más gótico y demente y con mayor pegada del que se benefician las canciones. En los créditos repiten (WA)TT, con Dani Fletcher (Ginferno) al frente.

“No hemos buscado para ‘Short Panic’ un sonido limpio y excesivamente electrónico, sino que nos apetecía plasmar ese espíritu de inmediatez de nuestros discos de rock’n’roll favoritos sin que eso significara un planteamiento retro”, dijeron durante la promoción de “Short Panic”. Lo que no acabaron de conseguir entonces, lo consiguen ahora.

Paco Alcázar (programación y voces) y Miguel B. Núñez (guitarra) siguen demostrando talento para destilar influencias (Devo, Make-Up, Talking Heads, Suicide, Pere Ubu, The Fall, Bauhaus, Question Mark & The Mysterians, Clinic, 13th Floor Elevators, Killing Joke, Klennex, Suicide, The Cramps, Sisters Of Mercy…) y sonar creíbles en la ejecución de estas canciones histéricas, sólidas, neuróticas, tensas y flexibles, oscuras y grimosas, con un punto a estética de serie B que les viene al pelo a estos dos excelsos comiqueros.

Art-punk hecho con saber, espontaneidad y nervio que en directo se convierte en algo convulso y teatral de la mano de estos dos científicos locos. La acelerada y nerviosa “Job for fun”, la más canalla “Memory Man”, el electro-rock chulo y desvergonzado de “Fathers” o “Gigante”, el punto más nuevaolero de “Love is always a favor” y “Spanish Tapes” (con Andrés Arregui aportando su saxo), la oscuridad after-punk de “Tic Tac” o ese bizarro instrumental de regusto a exótica que cierra el álbum se cuentan entre los momentos más contagiosos de un segundo trabajo que confirma a Humbert Humbert como una de las más benditas anomalías surgidas del subsuelo madrileño en los últimos tiempos.